Los flujos comerciales y culturales entre el continente americano, Europa y Canarias, a partir del siglo XVI, traen un gran número de semillas y cultivos que echan raíces en el agro isleño. Entre estos productos el cultivo del millo y su importancia agroalimentaria lo ha convertido en parte inseparable de la cultura insular, representados ampliamente en la gastronomía tradicional y en el paisaje agrícola de Gran Canaria.
Las variedades genéticas de la semilla en sus adaptaciones locales e insulares enriquecen su presencia, que sufre un retroceso paralelo a la pérdida de peso del sector
primario en los últimos cincuenta años.
La cultura material y la extensa gastronomía asociada al millo (herramientas, molinos, juguetes, siembra) así como sus expresiones en nuestro lenguaje popular, elevan la presencia en el imaginario colectivo de las Islas.
Estas jornadas permitirán asomarnos a ese universo de tierras, piñas, granos y harinas. A esta iniciativa se ha sumado la Asociación Vegueta de Ocio y Restauración, en cuyos locales tendremos la oportunidad de degustar platos elaborados con este producto tan nuestro.