Saberes, semillas, sabores y sonidos

Saberes, semillas, sabores y sonidos

Presentación:

En la actualidad, una gran cantidad de conocimientos asociados al medio rural y al aprovechamiento de los recursos se están perdiendo a causa de la huida ilustrada de las generaciones más jóvenes hacia zonas de la isla con mayor pujanza, entornos urbanos, que les ofrecen formación o empleo en mejores condiciones. Ya no se dispone de los conocimientos del campo de manera natural, adquiridos por transmisión oral, y por conocimientos empíricos acumulados a lo largo de generaciones, y  que por lo general, son las personas sexagenarias, residentes en pequeñas poblaciones quienes atesoran estos conocimientos.

La gran dependencia del exterior, que tenemos la población de la isla, para acceder a los alimentos hace también muy necesario la puesta en valor de nuestros productos agrarios y agroalimentarios, así como  la recuperación de hábitos que practicaban las abuelas y que aún conservan en sus memorias en relación a situaciones que implican el alza de la producción agraria, del valor de los alimentos, la cocina y sus elaboraciones para hacer frente a la escasez, al hambre y a las guerras. Ellas han ejercido una función destacada en las producciones agropecuarias y como garantes de la nutrición, la seguridad y la calidad de los alimentos al producirlos, elaborarlos y prepararlos.

Lo que se considera como una práctica que reproduce los roles de la feminidad, la cocina, es también un espacio que permite desempeñar la Soberanía Alimentaria, a través del acceso a alimentos sanos generadores de baja huella de carbono cuando se acompaña de prácticas agropecuarias locales, cercanas, diversificadas, y que resultan elementos claves para que los alimentos puedan ser suministrados en cantidades suficientes, que éstos sean sanos, nutritivos y a precios asequibles para todas y todos.

Las mujeres en las explotaciones agrarias, agroalimentarias y en las cocinas pueden situarse no en un lugar de opresión sino en un espacio de reivindicación, de empoderamiento y de recuperación de agrosistemas tradicionales, de la soberanía alimentaria, de la naturaleza y de los paladares, por lo que es sumamente importante visibilizar y rescatar sus saberes.

El género, el territorio y la edad, aparecen como categorías de análisis significativas para entender la situación y posición en las que se encuentran las mujeres rurales después de los 60.

En el medio rural, destacamos además que las mujeres mayores viven una situación de invisibilidad y discriminación por ser mujeres, mayores y rurales. Son un colectivo excluido con falta de reconocimientos y valorización a los trabajos productivos, reproductivos, emocionales y comunitarios que han desempeñado a lo largo de sus vidas. Las trayectorias vitales, de las mujeres mayores rurales, han estado marcadas por la invisibilidad de sus aportaciones económicas, culturales, emocionales y sociales.  No se ha puesto en valor sus experiencias, conocimientos y  aportaciones. Han padecido un mayor arraigo de los valores tradicionales de género, han sido las principales sustentadoras del ámbito doméstico, y minoría como titulares de negocio o explotación agraria, han estado trabajando en “ayuda familiar” sin altas a la seguridad social y por lo tanto sin generar derechos para su jubilación. Han presentado, por tanto, una posición inferior en el mercado de trabajo.

El abandono de las actividades agrarias y la invisibilidad de las mujeres ha repercutido en la pérdida de conocimientos y saber hacer, en la ausencia de referentes femeninos y en el desconocimiento social y cultural de las aportaciones de las mujeres.

El rescate de los saberes de las mujeres mayores y rurales como hacedoras y portadoras de conocimientos relacionados con los ecosaberes, la etnobotánica, los usos de las plantas medicinales, las semillas, las recetas, la artesanía, la música, y otras manifestaciones culturales, necesitan proyectos para su puesta en valor. 

Objetivos:

Objetivos generales

  • Visibilizar a las mujeres rurales mayores y sus aportaciones como hacedoras y portadoras de cultura.
  • Realizar reconocimientos a las aportaciones económicas, culturales, emocionales y sociales de las mujeres rurales y a las tareas que ha desempeñado a lo largo de sus vidas.


Objeticos específicos

  • Visibilizar y recuperar referentes de mujeres rurales.
  • Contribuir a minimizar situaciones de discriminación vinculadas al género, la edad, y/o lo rural.
  • Rescatar saberes relacionados con la variedad de productos agrarios, etnobotánicos, con el patrimonio culinario, y las manifestaciones culturales relacionadas. Saberes, semillas, sabores, y sonidos.
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